sábado, 15 de mayo de 2021

Cumbres Borrascosas - Emily Brontë (parte 2)

Pasan doce años y a los trece, la señorita Cathy Linton se ha convertido en una preciosa niña, ha crecido también Hareton Earnshaw (el hijo de Hindley) y al mismo tiempo el joven Linton, (el hijo que Isabella le parió a Heathcliff cuando huyó de él) esta “trinidad” de primos padecerán el odio de Heathcliff que no se apacigua ni con los años. Cuando Heathcliff la conoce trata de ganarse su amistad y ella sin querer, revela que su padre ha ido a Londres a traer al hijo de su hermana que ha muerto. Sin dudarlo, Heathcliff exige a Edgar a su regreso darle a su hijo ya que es su responsabilidad y aunque se decepciona al ver lo enfermizo y débil que es, se lo lleva a la finca y le trata de lo peor, sabe que puede manipularlo y se vale de eso para llevar a cabo sus planes. Cathy y él se tratan y el tiempo que se le prohíbe a ella hacerlo, entonces se escriben como dos enamorados, sin embargo, ella no imagina que dichas cartas son dictadas por Heathcliff y cuando en una de ellas el joven Linton le suplica ir a verlo porque se muere y la extraña, tarde le es a ella darse cuenta de que ha sido una trampa. Heathcliff revela su verdadera naturaleza y utilizando la violencia la obliga a casarse con Linton, pues sólo espera que Edgar se muera y el chico también para luego él quedarse con la propiedad de la “Granja” y así asestar su golpe final. Las cosas suceden así, siendo Nelly testigo de todo eso, después de la muerte de su padre, Cathy que apenas y lo vio vivo luego de su secuestro, es obligada por Heathcliff a vivir junto a ellos y su marido en la sombría casa de las “Cumbres” pasando de ser una señorita bien criada, a una sirvienta de la casa. Para colmo, le cuenta (con descaro) a Nelly lo que hizo en la tumba de Catherine, ¿de verdad les parece un hombre normal? ¡Ya no lo justifiquen! Debido al odio de Heathcliff por todo, a la cruel vida que les da y al suplicio de vivir así, la chica cambia su manera de ser volviéndose también amargada, pero ni siquiera quedando viuda es libre del todo. Ella y Hareton tampoco se soportan desde el principio y es en este escenario tan negativo con gente amargada, que Lockwood llegó a las “Cumbres” y conoció a esa familia. Nelly acaba su relato y el inquilino decide irse a Londres sin saber (ni importarle) cuál será el fin de esas personas.

Meses después Lockwood regresa y encuentra algunos cambios significativos por lo que, buscando a Nelly para liquidar el asunto del alquiler con Heathcliff, es cuando se da cuenta de lo que pasó en su ausencia. Poco a poco las cosas cambiaron entre Cathy y Hareton, afianzando una relación asombrosa que terminará en boda y es aquí donde Nelly le dice lo que pasó. Heathcliff comenzó a debilitarse y su salud a deteriorarse y más, luego de darse cuenta de que a escondidas Cathy y Hareton se han relacionado y se tratan de manera más cercana, ella le enseña a Hareton a leer para que deje de ser un salvaje y él, empieza a conocer un extraño sentimiento que crece por ella, al grado de enfrentarse a Heathcliff de ser necesario para defenderla. Viendo él que las cosas tomarán un giro que no pudo prever, (pienso yo que en los chicos se miraba él mismo otra vez junto a Catherine) parece darse por vencido porque hasta las ganas por “destruir” se le quitaron y tras días de delirio en los que dejó de comer, un buen día amaneció muerto en el cuarto que le perteneció a Catherine Earnshaw y en su cama, dejando ver, según Nelly que lo encontró, una extraña expresión en la cara sin saber lo que realmente significaba aquello. El que muriera con los ojos abiertos y la boca entreabierta en una tétrica sonrisa, le daba al cadáver una apariencia que podía inquietar a quien lo mirara. Es así como la maldad se acaba y aunque Hareton lo llora por ser lo más cercano a un padre que conoció, al fin los jóvenes Linton y Earnshaw quedan libres de su verdugo, vivirán en la “Granja” cuando se casen y las “Cumbres” se cerrará para, como dijo el mismo Lockwood, “a disposición de los espectros que quieran habitar en ella”. Cuando el hombre se va decide ir a ver las tumbas de los protagonistas de la historia, preguntándose si alguien podía atribuir inquietos sueños a los que descansaban en tan quietas tumbas, es así como acaba la historia.

Análisis del libro.

Sin contar que nos topamos con unos protagonistas que son de lo peor y que en todo tiempo no se logra empatizar con ellos, reconozco que tiene una trama que logra enganchar hasta que te ves obligada a acabar la lectura por más que intentes dejarla. Sin embargo, yo considero que es un libro para hacer sufrir y quien dice que le gusta, la verdad no sé qué tiene en la cabeza. La historia —que está bien contada— es un verdadero suplicio, yo no puedo rescatar nada porque ni el final a mí me dejó buen sabor. Pienso que el que personajes secundarios se quedaran juntos le restó intensidad y protagonismo, decayendo aún más la historia, cuando debieron ser los protagonistas, los personajes principales los que buscaran redimirse y enmendar tanto error cometido, pero no pasa. Con cada capítulo la cosa se pone peor, no hay respiro, es una lectura como si avanzaras en arenas movedizas, cada vez más te vas hundiendo, te vas asfixiando, ruegas porque haya cambios satisfactorios. Es como si te cayera un aguacero y deseas que salga el sol y el arcoíris, nada de eso pasa, es por eso que la sensación tan extraña que deja me es imposible describirla. La trama principal se ve destruida completamente con el proceder de los protagonistas, ¡es traumático! No es una historia recomendable, se dice que se trata de explorar hasta lo más bajo del ser humano y lo hace y así como ellos van cayendo, el lector va sintiendo lo mismo, que lea el que le gusta sufrir, el masoquista que cree que no hay nada malo en el libro, el drama sobrepasa los límites, envía a los personajes a un abismo donde se destruyen por completo como aquella escena de “Volver al Futuro III” donde al final, ya no existen vías ni puente y la locomotora cae por el abismo y se destruye, ¿la recuerdas? Así mismo es, después de explorar la desdicha y la locura mejor se entregan aplastados y resignados a lo que el tiempo o el destino decida y por desgracia todas esas sensaciones tan torturantes las vive el lector, llenándose de vacío y tristeza al igual que los personajes. Lo que es el “placer estético” que a mí se me enseñó debe producir una obra literaria, esta no lo hace.

En mi opinión es una de las peores historias escritas, aunque se le considere uno de los mejores libros entre los clásicos de la literatura, que a pesar del abismo al que lanza al lector con cada página, así mismo te encuentras párrafos y frases dignas de resaltar, pero reconozcámoslo, decir que esto deja un sabor agridulce sería el mejor de los halagos. No puedo considerarla una novela romántica, no puedo concebir que lo que hay entre sus páginas sea amor, incluso va más allá del drama, esta historia sería la reina de los dramas, lo demás que he leído (dramas) se convierten entonces en un cuento de hadas si debo hacer comparaciones. Se entiende que el meollo del asunto, el origen de los males y de los problemas no es tanto Heathcliff sino Catherine por su caprichosa e inmadura forma de ser, ella lo transformó a un estado peor del que el hombre ya tenía por naturaleza y el problema es que las cosas se salieron de control tanto antes de la ida como después del regreso de Heathcliff. Se sabe que él regresó aún más transformado y el misterio de lo que hizo en esos tres años de ausencia da mucho qué pensar, el hecho es que regresó adinerado y sin olvidar las humillaciones del pasado, también volvió con el deseo de vengarse, asunto que se avivó luego de saber a Catherine casada con Edgar, entonces intenta darle celos utilizando a la cuñada y es aquí el principio de males, o mejor dicho, el inicio de la segunda parte de los mismos comienza, llegando incluso a una tercera parte, años después cuando su hijo, la hija de Catherine y Hareton han crecido utilizándolos como marionetas, manipulándolos, humillándolos, dañándolos, hiriéndolos y pisoteándolos porque su odio parece no tener fin. Creo que él quiso evitar lo que sin remedio sucedió como castigo a su actuar, ya que al final no pudo destruir ni terminar de destruir todo lo que deseaba. La casta que pereció fue la de él, la de los Earnshaw y la de los Linton siguió en pie, ¿Qué se saca de esto? Que la maldad o quien actúa con maldad siempre la paga y al final lo bueno termina prevaleciendo, aún así sigo sintiendo que el libro no tiene ningún final feliz, no cuando son los personajes secundarios (la siguiente generación) los que quedan bien y los protagonistas (que jamás cambiaron) terminan muertos y aún, la tétrica idea de que sólo así estarán juntos es algo que no me gusta. Esa “peligrosa” idea de que no los separa ni la muerte es algo que no comparto, soy incapaz de creer esto y por desgracia ese es uno de los mensajes del libro, no sólo me parece un pensamiento negativo sino como dije, peligroso. Esa idea de que “nada nos puede separar” no es tanto amor sino obsesión y es una muestra de lo que son las relaciones tóxicas de las que hablaba en otro blog. Si los protagonistas hubieran actuado diferentes a cómo al principio y cambiado (que es lo que se espera de una novela) entonces tal vez le habría encontrado el romance dependiendo de lo que cada uno hubiera hecho por el bienestar del otro, pero nada de esto pasa. No cambia ni el capricho, ni el egoísmo, ni la maldad que en vez de disminuir aumenta. Lo siento, pero no, yo no veo amor aquí. Una de las escenas que más odié de Catherine fue cuando en la cocina de la Granja intenta hacer que su marido y Heathcliff se enfrenten, la excita la agresividad del segundo, pero le decepciona la “debilidad” (o sensatez) del primero, ¡esa mujer fue una loca en todo el libro! Otra cosa que odié de Heathcliff fue esa escena donde le dice a Catherine que le ha puesto una trampa a la mamá de las avecillas y que al no alimentarlas se han muerto de hambre, el malparido le lleva a la mujer los esqueletos de los pájaros (huevos que se supone ellos habían cuidado) y lo hace con una frialdad tan escalofriante que a mí en lo personal me perturbó, ¿Qué culpa tenían los pajaritos de su amargura? ¿Por qué se desquitó en seres inocentes? Lo mismo pasa cuando el loco de Hindley iba a lanzar a su hijo de un segundo piso y si no es por Heathcliff que sin darse cuenta de las cosas va pasando por debajo, en el momento justo para sujetar al niño le salva de caer de cabeza y matarse. Nelly observa esto como también asegura haber visto una expresión sombría y de arrepentimiento en Heathcliff por lo que hizo. De haber estado presente en la escena, ¿hubiera dejado que ese loco de Hindley matara a su propio hijo? Ya no lo dudo.  Psicológicamente este personaje es un perturbado y lo sigue constatando cuando en la escena donde Isabella se escapa con él, ¿qué hace el malparido? Dejar colgado al perrito de la mujer y si no es por Nelly ese pobre se hubiera muerto ahogado. ¿Qué clase de protagonista es este?

De verdad que le leído historias trágicas, pero esta se lleva el primer lugar porque si las otras te dejan tristes, acá no sabes realmente qué sentir, te queda una sensación fea luego de leer, a mí me cuesta describir exactamente qué. La impresión deja una extraña perturbación que ni siquiera una novela de terror. Esto es algo traumático, irrespirable, opresivo, yo no puedo catalogar esto como romance, amor y pasión son dos cosas distintas y si la pasión va de la mano de la obsesión es la fórmula perfecta para la destrucción bien sea de uno o de ambos. Catherine quiso manipular a ambos hombres, lo logró con uno pero no con el otro y ese fracaso la hizo enloquecer, no tuvo lo que quería (aunque viviera en lujos) porque cuando pudo, le pareció degradante, la enfermó la debilidad de uno y la agresividad del otro, de ese otro del que siempre estuvo enamorada pero que no podía tener como marido porque no era nadie y no tendría el lujo que obtuvo con el título de “señora Linton” y fue esa agresividad y esa maldad de ese otro, lo que le dio el tiro de gracia a la obra. Repito, yo no considero este libro romántico.

Y en cuanto a las versiones de cine o televisión, la verdad no me gusta ninguna, he visto cinco, la del 70, la del 92, la del 98, la del 2004 y la del 2009 y cada una tiene diferencias en cuanto al libro, no se apegan bien y de hecho, hay una que no muestra a los hijos entonces no sé qué quisieron hacer. En fin, yo no disfruto ni libro y menos las películas, simplemente este es un personaje que detesto sin importar qué rostro le pongan, no niego las buenas actuaciones, lo que me molesta es que ninguna versión muestra el verdadero ser que es Heathcliff, lo intentan los actores y se los reconozco, pero ninguna versión, al menos las que he visto, lo encarna como realmente es en el libro.

Quiero concluir diciendo que no es una historia que yo recomiende leer, por desgracia debe hacerse por el clásico que es y porque las hermanas Brontë forman parte de la literatura inglesa pero no porque sea una obra literaria “memorable” porque la verdad yo acá no rescato nada. Buenas frases con fuerza y buena narrativa eso sí, pero que por desgracia se viene abajo y a una decadencia que me es imposible recomendar y por eso no la considero ni la había mencionado antes.

¿Conoces la historia de “Cumbres Borrascosas”? ¿Qué impresión tienes?

Lee mi carta a Nelly → aquí (necesité decirle lo que pensaba)

Cumbres Borrascosas - Emily Brontë (parte 1)

 

Título: Cumbres Borrascosas

Autor: Emily Brontë

Género: Drama/Novela Gótica

Año: 1847

“Cuando el señor Earnshaw regresa a “Cumbres Borrascosas” con un niño que encontró en las calles de Liverpool, jamás imaginó lo que su “buena acción” acarrearía en los años venideros. El odio de su hijo mayor por el adoptado y el cariño de su hija menor por el mismo, desencadenaría una serie de sucesos tormentosos que destruiría todo. Esta es una historia de desdicha y desamor que inquietará hasta al mismo espectador.”

Lo anterior sería el ejemplo de una sinopsis que yo le hubiese escrito a este libro. ¿Lo conoces? Imagino que sí. Se trata de la única obra de la escritora inglesa Emily Brontë y cuyo título ya lo dice todo, así que prepárate para no encontrar una historia romántica sino una llena de “tumultos” tan tempestiva y árida como lo borrascoso en una cumbre.

“El orgullo de quienes no pueden edificar es destruir” dijo Alejandro Dumas (padre) y —aunque no es el autor del libro que menciono— creo que esta frase encierra a la perfección lo que es “Cumbres Borrascosas” y el odioso personaje de Heathcliff, uno que por desgracia en la pantalla —porque casi todas las versiones lo “romantizan”— no se ha sabido encarnar de manera detestable, tal y como es en el libro. Además de decir que es aquí donde se encontrarán a los peores protagonistas que puede tener una historia.

No dejaba de inquietarme el pensar en las consecuencias que pudieran tener para mi salud los incidentes de aquella visita a «Cumbres Borrascosas».

Aquí tenemos la primera advertencia del espectador para saber la lectura que nos espera “consecuencias que pudieran tener para mi salud” porque, así como se afectó el narrador también nos afectaremos los lectores.

Técnicamente, este es de los peores y mejores libros a la vez. De los peores, por la historia tan tortuosa que trata y de los mejores, por su estructura y narrativa. Sí, es algo contradictorio y aunque te molestes tengo el derecho de decir que no le veo el romance por ningún lado, sino que se presenta una relación tan enfermiza entre los protagonistas que por eso la considero lectura de una sola vez. ¿Cuál es la gana de estar sufriendo con una historia como esta? ¿Masoquismo?

Resumen:

La historia trata la ¿apasionante? y tortuosa relación, intensa pero enfermiza que mantiene encadenados a los protagonistas, Catherine Earnshaw y el adoptado Heathcliff que desde que llegó a la finca llamada “Cumbres Borrascosas” no se sabe quién carajos selló el destino de quien, lo que sí está claro es que las cosas se fueron a pique y la felicidad que la familia conoció, desapareció. Esta historia es narrada treinta años después por el ama de llaves de la “Granja de los Tordos” que se llama Nelly Dean al señor Lockwood, el inquilino del lugar que, habiendo cometido el error de visitar a su “extraño casero” que lo recibe con hostilidad en su finca y luego de conocer a los demás miembros de dicha “familia” junto a los sirvientes y gracias a la tétrica estadía que tuvo como su huésped en el lugar, (ya que fue asustado por el fantasma de una mujer) le entró la curiosidad por saber de esas personas y del porqué son tan extrañas, así como del espectro que conoció y que habiéndole tocado el brazo luego de romper la ventana, le pedía que le dejara entrar a la casona. Es aquí donde, después que él le dice todo a su ama de llaves, que entonces entra la narración de Nelly Dean.

Desde que el niño adoptado (con aspecto de gitano) fue llamado Heathcliff (en honor a un hijo muerto de la familia) extrañas cosas empezaron a suceder. No sólo el odio que despertó en el hijo mayor de la familia llamado Hindley, ni en la aceptación que le dio la niña Catherine, sino en que las cosas poco a poco se fueron deteriorando. La madre de los chicos murió poco después, Hindley fue enviado a estudiar fuera porque su situación con Heathcliff era insostenible, (el primero lo agredía y el otro no se dejaba) para que luego el padre, (que siendo viudo dejó de tenerle importancia a las cosas volviéndose amargado) unos años más tarde, también falleciera. Para ese tiempo en que ya estaban más creciditos (tiempo que Catherine y Heathcliff aprovecharon para volverse inseparables y “educándose” a la buena de Dios) es cuando regresa Hindley para las exequias de su padre pero regresa casado y al imponerse como el nuevo amo de la finca, le hace aún peor la vida a Heathcliff a quien lo convierte en otro sirviente más y a su hermana se le prohíbe ya mantener relaciones amistosas con él, sin embargo, Catherine lo desafía y a escondidas, ella y Heathcliff siguen viéndose y tratándose, hasta que un día entre sus juegos, entran a la propiedad llamada la “Granja de los Tordos” perteneciente a la acaudalada familia Linton, sin imaginar que los perros serían alertados y en su huida, uno de ellos sujeta del tobillo a Catherine y la muerde, al escándalo Heathcliff que busca defenderla es atrapado por los sirvientes de la casa y a la niña llevada al interior, los hermanos Linton Edgar e Isabella, la reconocen como la señorita Earnshaw y la cuidan como huésped mientras que Heathcliff, como sirviente andrajoso, es echado de la propiedad. Pasan los días y Catherine regresa hecha toda una señorita con modales, peinada y bien vestida, cosa que enorgullece a su hermano pero que Heathcliff repudia, pues ella ya es diferente para él mientras que él sigue siendo el mismo desordenado, tosco, libertino, sucio y violento, asunto que obviamente le atormentará más. A partir de este momento es cuando las cosas comienzan a torcerse porque Catherine ha conocido a otro chico muy diferente a Heathcliff, cuyos delicados modales le atraen, aunque no de la manera tempestiva y apasionada que le atrae Heathcliff y lo peor llega cuando después de haberse tratado con el señorito Linton, él le propone matrimonio. Catherine comete el error de hablarlo con la señora Dean, (Nelly) sirvienta y hermana de crianza de ellos que está en la cocina, pero sin imaginar que Heathcliff también está ahí escondido y él sólo escucha lo de la propuesta, asunto que le hiere profundamente y cuando Nelly le pregunta a ella entonces por Heathcliff y lo que pasará con él, Catherine le dice que con él no podría casarse porque se degradaría. Con esto, él tuvo suficiente y sin que nadie se diera cuenta salió de la cocina, al rato llega José, el criado malgeniado y religioso diciendo que Heathcliff se ha largado dejando todo a medias, al saberlo Catherine y darse cuenta de que posiblemente le escuchó todo, sale a buscarlo y a llamarlo desesperada, pero sin que él le responda. Debido a esto ella se enferma ya que Heathcliff la ha dejado, marchándose dolido de la finca.

Tres años pasan y dentro de ese tiempo, Hindley a enviudado perdiéndose en la bebida por eso, sin importarle para nada el hijo que le nació y que llamaron Hareton, su mujer murió luego del nacimiento y es Nelly quien se encarga de criar al niño. Es en ese tiempo también que Catherine, convencida de que jamás volverá a ver a Heathcliff, se casa entonces con Edgar llevándose a Nelly a vivir con ella, sin imaginar que la tranquilidad que había logrado conseguir se verá completamente alterada con el regreso de un Heathcliff diferente, más hombre, de apariencia culta, bien vestido y adinerado. Cuando la busca en la “Granja” ella cae en la euforia de volver a verle, pero él sabiéndola casada es cuando decide vengarse. Isabella Linton que se ha fijado en él será la primera de sus víctimas. Heathcliff provoca en ambas mujeres una batalla de celos haciéndole creer a Isabella que está enamorado de ella y Catherine se niega a aceptar tal situación, al final Heathcliff termina venciendo cuando persuade a Isabella de fugarse juntos, se la lleva, se casa con ella y luego se instalan en la finca donde creció que ahora es de su propiedad porque aprovechándose de la mala cabeza de Hindley le ha hecho perder todo. Isabella vive un infierno junto a su marido que desde la misma noche de la boda la trató como basura y escribe a la “Granja” rogando el perdón de su hermano quien no desea verla. Los Linton esperan un bebé y poco antes del nacimiento, Heathcliff obliga a Nelly a permitirle ver a Catherine, esa situación dispara la locura de la mujer quien, en su debilidad, ella y él se tienen un dime y diretes entre amor y odio, que sólo le acelera el final a Catherine. Edgar llega y los encuentra, socorre a Catherine, pide al médico y Heathcliff espera afuera la resolución del asunto. Ella da a luz a una niña, pero muere, Edgar le pone el nombre de la madre y se sume en su dolor al igual que Heathcliff cuando Nelly le dice lo que ha pasado. El hombre enloquece de dolor y ciego de ira, lanza una maldición hacia la muerta, maldiciéndose a su vez a sí mismo. Lo que ha pasado no lo perdonará jamás. Heathcliff se vuelve un ser aún más violento. Hindley trata de matarlo sin éxito, Heathcliff lo golpea hasta casi matarlo e Isabella aprovecha para huir de su marido antes de volverse loca. Poco después por la bebida muere Hindley y Heathcliff se hace cargo de su hijo Hareton, degradándolo a la servidumbre y al analfabetismo, vengándose así de Hindley por todo lo que le hizo padecer.


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martes, 11 de mayo de 2021

Carta a Nelly Dean

Estimada señora Dean:

Me dirijo a usted curiosa por la historia que le contó al señor Lockwood cuando él fue huésped de la “Granja de los Tordos” y más que la historia —que es un completo suplicio— mi admiración es para usted por su prodigiosa memoria al recordar todo y la santa paciencia que tuvo para soportar todo, así como su fuerza para hacerlo. Le mandé esta carta —sea que la lea usted o se la lea alguien— directamente a la “Granja” porque el señor Lockwood aseguró que usted estaría en la residencia junto a los herederos, disfrutando al fin la paz que por años anheló. Disfrute su recompensa a todo su calvario. Me alegra que ahora descanse en ese sentido. El señor Lockwood trató de narrar la historia justo como usted lo hizo, ¿pensó que se olvidaría de ella? Me parece que ha tenido pesadillas que no reconocerá jamás y más, después de su visita a las “Cumbres” luego de esos meses de ausencia donde usted le contó el final de su casero. Creo que ese “macabro” asunto del delirio que padeció Heathcliff antes de su muerte y luego la observación hacia las tumbas, (porque sepa usted que Lockwood pasó a ver las tumbas de los involucrados después) debió dejarlo algo perturbado y es que la historia que usted le contó, es realmente una tortura y para colmo, difícil de olvidar. ¿Cómo lo soportó usted? Entiendo que se crio junto con los hermanos Earnshaw y que por eso usted, que también fue hermana de crianza de ellos, conoció mejor que nadie al adoptado Heathcliff desde que llegó, sin embargo, sería el colmo que se les justifique a todos algunos de sus comportamientos porque si en el fondo el cariño o la costumbre prevalecía, tampoco hay que apañar lo incorrecto. En nadie.

Como dije soportó usted demasiado y me disculpará que no hable bien de sus muertos, imagino que es supersticiosa en ese aspecto y cree que no deba hacerse, sin embargo, yo debo darle mi opinión al respecto y evitar que quienes conozcan esta historia la crean romántica porque no lo es. ¿De verdad cree que lo de Catherine y Heathcliff era amor? Yo opino que no, era una enfermiza obsesión y una muy tormentosa para colmo, por eso les llevó a la locura, eso fue consecuencia de algo que no supieron manejar, ¿inmadurez? Puede ser. Me disculpará usted, pero a opinión mía ni Catherine ni Heathcliff merecen lástima por la sencilla razón de que ninguno de los dos buscó redimirse del mal causado, sino que se enfrascaron en su egoísmo. Ella como dice el dicho, “del gusto retozó” caprichosa e infantil hasta el final, (que bueno que su hija no se le parezca) no merecía el cariño ni el amor que le profesaba Edgar Linton, el que para colmo, ni valoró sino que pisoteó lo que él le ofrecía, (pobre señor Linton, que error fue haberse enamorado de una loca como Catherine, una que, en el fondo, presiento que aborreció hasta su embarazo, ella fue la culpable de toda la calamidad y desdicha de quienes le rodeaban) y Heathcliff… Bueno, reconozco que si cambió para mal fue gracias a Catherine pero eso no le dispensa su repudiable conducta. Decir que fue el peor de los amargados sería un halago, fue sin duda un azote, un demonio que vivió para destruir. ¿La “pasión” (si era eso) les descontroló? Lo único que tiene esta historia es una moraleja, sin embargo, el comportamiento de Heathcliff a su regreso no tiene ni pies ni cabeza. Entiendo su resentimiento por todo lo sufrido desde niño como también entiendo su deseo de vengarse, no obstante, fue más allá sin llegar a arrepentirse de nada. Fue un ser malvado que vivió únicamente para destruir todo cuanto le rodeaba, regocijándose con placer en dicho mal que causaba como si de eso dependiera su vida y sus fuerzas. ¿Por la fuerza del odio hubiese matado él mismo al sobrino de su “amada” sólo por ser hijo del hombre que más aborrecía por el daño que le hizo padecer? ¿Sólo por parecerse con la tía es que dejó vivir a Hareton pero igual se vengó del padre cuando murió, convirtiéndolo entonces en casi un salvaje y degradándolo a la servidumbre cuando en realidad era el niño el amo de esa casa? Si recuerda bien las palabras que le dijo al niño en ese momento ¿verdad? Fue cruel. Bonita manera de amar a Catherine, haciéndole padecer el suplicio de los celos (tal vez como él los sufrió y es compresible) pero utilizando a su cuñada Isabella, a la que puso en contra de su familia, causándole dolor a su hermano Edgar, para luego que le hiciera creer que estaba enamorado de ella, se fugaran juntos, se casaran y después la destruyera como él ya lo tenía planeado. Este repudiable acto es una de sus mayores bajezas como hombre. Y no bastándole, una vez muerta Catherine, con los años busca vengarse también en la hija de ella con Edgar, en Cathy simplemente por llevar la niña una sangre que no era la suya, ¡es que detestó hasta a su propio hijo que le parió Isabella cuando huyó de él, acelerándole la muerte para acabar con la estirpe de los Linton! (Claro, utilizándolo y dejándolo morir hasta que concretó sus planes para hacerse de la “Granja” casándolo con Cathy a quien también utilizó) ¿Qué clase de ser era este? ¿Acaso uno salido del mismísimo infierno? Destruyó todo lo que pudo con la fuerza del odio y le pudo más que el amor, ¿amor? Ese hombre no conoció el amor, de ahí su maldad. En mi opinión nada hizo bien, dice un dicho que “hierba mala nunca muere” pero al menos él merecía morir de otra manera y no en una cama. Él merecía padecer el mismo tormento que en vida le hizo padecer a los demás, porque ese delirio y “ayuno” en los días previos no fue suficiente, aunque no dude que su alma la tenga atormentada por toda la eternidad, él no descansará en paz jamás, eso es bien seguro. ¿Que no es una persona enferma aquella que se atreve a profanar una tumba sólo para contemplar un cadáver o tocarlo? Realmente un perturbado mental. ¿Se preguntó usted alguna vez qué clase de engendro era? Yo creo que sí y hasta el señor Earnshaw lo dijo en broma el día que apareció con él, ¿lo recuerda? Hasta Hindley se lo gritó en cólera. ¿Habrá pactado Heathcliff con el diablo en ese tiempo de su ausencia o inmediatamente a su regreso? Piénselo. Por su conducta no lo dudo, además ese misterio de su origen da mucho qué pensar. Por lo demás, me alegra saber que la señorita Linton y Hareton lograron sobrevivir a ese monstruo y vivirán la vida que les fue arrebatada, restaurando así los apellidos de ambas familias que les pertenecen como debe ser, para vivir en libertad, paz y felicidad, esa que nunca se les debió quitar y tratar de olvidar un “error” llamado Heathcliff y la terrible marca que dejó en sus vidas. Disculpe usted que le haya traído a memoria tan tristes recuerdos, pero como ve, estuve bien atenta a la historia por eso le comento esto. Usted ha sabido ser una verdadera madre como para Hareton (cuando se hizo cargo de él de niño) como para Cathy a quien prácticamente usted crio. Eso ellos deben de agradecérselo siempre y si me permiten un consejo, por favor, cuando ellos tengan también a sus hijos jamás les cuenten tan desdichada historia de sus abuelos porque si el caso fuera el mío, es algo que yo no querría saber porque podría llegar el momento en que hasta me avergüence. Dejen ese triste pasado atrás y que ellos construyan un futuro diferente.

Reciba usted un afectuoso saludo del señor Lockwood, mas no espere nunca su visita otra vez ni siquiera a Gimmerton. Está resuelto a jamás volver ni a la casa que alquiló y menos a la otra. Y a mí tampoco me apetece conocer dichos lugares, no sea que regrese traumada también. Lo que le diré, le parecerá increíble viniendo de él, pero está convencido de que el espectro maldito de Heathcliff errará para siempre y no abandonará jamás la propiedad que llaman “Cumbres Borrascosas”.

Con afecto y respeto;

I.B.