domingo, 14 de marzo de 2021

Moisés y los Diez Mandamientos (parte 2)

 

Título: Moisés y los Diez Mandamientos (Segunda Temporada)

Basada en: Éxodo Cap. 15 al 40, Libros de los Levíticos, Números y Deuteronomio.

Escrita por: Vivian de Oliveira

Producida por: Record TV

Año: 2016

Episodios: 66

Luego de su salida de Egipto y de ser testigos del poder de Dios sobre el ejército del Faraón, el pueblo hebreo acampa en tierra nueva y recibe los Diez Mandamientos pero aún así, un grupo (inducidos por Apuki) cae en el pecado e instan a Aaron a crearles una imagen a la cual adorar, mientras Moisés está en el Sinaí (junto a Oseías, hijo de Nun que lo espera,) pero que por su tardanza lo creen muerto. Dios (a quien nadie puede engañar) alerta a Moisés de la corrupción del pueblo y le ordena volver con las tablas de los mandamientos. Al llegar, en su furia y decepción las arroja al suelo y se enfrenta a la infidelidad de un pueblo, haciéndoles ver el gran pecado que han cometido. Así termina la primera temporada de la serie de 176 capítulos y en ese mismo punto inicia la segunda parte, donde vemos como un “flashback” lo que sucedió.

La historia continúa exactamente dónde quedó, lo cual fue algo muy bueno para no perder el hilo, sólo que ahora ya no veremos más la trama egipcia a la que ya nos habíamos acostumbrado, sino que el escenario es otro, uno que nos preparará para “nuevas aventuras” y el camino hacia la conquista de la tierra prometida por Dios, pero nada será fácil y pronto todo se vuelve una cuesta arriba que enfrentará al pueblo que adora al Dios de Israel con los demás pueblos idólatras, llenos de abominación y perversión.

Era obvio que la historia de esta segunda parte, abarcará lo que resta del libro del Éxodo y los demás del pentateuco hasta llegar al final de Deuteronomio con la muerte de Moisés y la sucesión de Josué. El inicio de la segunda temporada es una vuelta total a la historia que ya conocíamos y se nos había presentado. Los levitas por orden de Dios, dan muerte a los infieles que adoraron al becerro de oro, siendo que Coré, tiene su oportunidad de matar a Apuki y en esa matanza también muere su hijo Jairo y hasta Judith, por tratar de proteger a su hijo y salvarlo. Sólo Ana, la hija de ambos y hermana de Jairo se salva pero superar el suceso le costará por las pesadillas que la aquejan de esa noche, haciendo que retrase el corresponder al amor de Oseías (Josué) y estar juntos ya sin ningún impedimento. Aaron fue perdonado por haberse arrepentido de su pecado y Moisés regresa al Sinaí porque Dios le dará unas nuevas tablas de la ley. Una nueva trama inicia y la guerra ya no será contra el Faraón sino contra el reino de Moab (Números 22) lo cual sólo será el inicio y el detonante para una serie de sucesos que poco a poco irán encajando.

La trama entre el pueblo del desierto y Moab resulta interesante, dando paso a la introducción de nuevos escenarios y costumbres, así como de nuevos personajes que se van agregando, la evolución de los ya conocidos y varias sorpresas inesperadas. Recordemos que la historia es bíblica y quien ha estudiado algo de teología, conoce dichos personajes y también su fin, lo que la escritora hizo con esto es añadir una trama ficticia sobre “lo que pudo haber pasado” y volver la historia más interesante porque en sí, la Biblia no describe tanto la vida personal de los personajes principales como la serie nos hizo ver ni le da tanta importancia a personajes secundarios como lo hizo la serie. Acá se nos mostró el esplendor de Egipto, sus costumbres, personajes que pudieron haber estado en escena como era obvio y que en la Biblia sólo se mencionan sin mayor interés como la hija del Faraón, la vida de Ramsés, la madre de Moisés, la que fue su esposa, su suegro y cuñadas, las costumbres hebreas y el día a día del calvario por el trabajo al que eran sometidos y ese tipo de cosas, pues en la segunda temporada pasará igual. Magníficos escenarios que reproducen a Moab y a Hesbón, sus vestimentas, sus decoraciones, sus joyerías, los majestuosos escenarios del desierto, las tiendas de los hebreos, las caracterizaciones, las ropas, las telas, los utensilios rústicos, todo fue meticulosamente bien construido y el resultado es una serie magistral que nos transporta de inmediato a esos tiempos bíblicos y que de hecho (y en mi caso) nos puede hacer volver a releer la Biblia.

Con una trama intensa que atrapa con cada capítulo así inicia esta segunda parte que en ningún momento decae, al contrario, a medida que avanza toma fuerza. Acá se nos muestra la vida rural de los hebreos en el desierto, su lucha por avanzar, su hambre, su sed, su cansancio y también, sus quejas contra Dios y contra Moisés y el dolor de cabeza que buena parte de estas personas se convierten para el líder hebreo (lucha que veremos a lo largo de la serie) y al que sólo Dios llenó de santa paciencia. Con impresionantes efectos especiales vemos como son alimentados con el maná del cielo y como Dios los guía mientras avanzan a través de una imponente columna de polvo durante el día y una impresionante columna de fuego por la noche mientras acampan. Coré como instigador poco a poco irá sacando las uñas (si en la primera parte me cayó mal, acá en la segunda lo terminé de odiar, cada día esperaba ver esa escena donde Dios por fin le dio su merecido) y no solo sino junto a sus esbirros que también pagan.

Como dije, en esta segunda parte se nos muestra la nueva trama en los reinos de Moab y Hesbón, reinos paganos pero conocemos al primero y a su rey Balac y a las costumbres del lugar. En una escena anterior vemos como Jetro y sus hijas van a encontrarse con Moisés al desierto, decidiendo la mayoría de las muchachas quedarse en el lugar junto a su hermana Séfora y entonces, después de esta visita, Jetro regresa a Madián sólo para recibir una invitación del rey Balac por las festividades del reino, asunto que le traería serias consecuencias. A este viaje lo acompañan sólo las dos hijas que se quedaron con él; Betania y Adira con su marido e hijos y un siervo de ellos. En el camino se encuentran con una escena desgarradora, un rito hacia los dioses de Moab en el que consiste ofrecerle bebés por voluntad propia a la imagen que adoran y quemarlos en una hoguera, al ver esto la familia se asusta queriendo regresar pero uno de los guardias del rey los obliga a continuar el camino y no desairar al rey. Es aquí donde Betania recuerda sus días paganos como sacerdotisa de Asera y se revela que tuvo una hija que debió ofrecer personalmente en un ritual de sacrificio pero que no pudo, entregándosela a Balaam, el supremo sacerdote para que él lo hiciera. Este recuerdo comenzará a perturbarla en su estadía en Moab, lo que la familia no se imaginaba era lo que se les tenía deparado y una serie de sucesos se desencadenarán desde este punto en adelante haciendo que la trama se intensifique por el vuelco que toma y mantenernos pegados al sillón con cada nuevo capítulo.

Betania no se imagina reencontrarse con Balaam quien al decirle que su hija está viva y no la sacrificó, es la manera de manipularla para sus planes, planes que también tiene el rey Balac y en su perversidad, asesina al esposo de Adira por desear casarse con ella y tenerla como as bajo la manga como cuñada de Moisés y tenerla como pieza clave en caso de un ataque hebreo, también manda a eliminar a Jetro por no estar de acuerdo con sus planes. Es desde este punto donde parte casi toda la trama de esta segunda parte, porque cuando Coré llega al campamento hebreo con un moribundo nadie se imagina que se trata de Zur, príncipe de Moab y cuñado del rey, que ha sido enviado como espía y con quien Coré tiene un trato oculto. Cuando Balaam ayuda a Betania para que su familia escape de Moab, el trato es que es ella se quede y se convierta en la nueva esposa de Balac, todo a cambio de saber sobre el paradero de su hija, a quien desea recuperar al saberla viva. Cuando Jetro (que lo sacaron dado por muerto) y Adira y sus hijos y su siervo, logran salir de los dominios de Moab gracias a Balaam, comienzan su travesía por el desierto para dirigirse al campamento hebreo y buscar a Moisés para hacerle saber todo lo que ha pasado, pero en el trayecto no se imaginan el triste destino que les espera. Cuando se quedan sin comida, sin agua y sin rumbo, una precipitada Adira, por la desesperación de obtener agua y comida para sus hijos, junto a su padre miran una carreta de mercaderes con provisiones y ella (ante los ruegos de Jetro de no hacerlo) decide asaltar la carreta siendo sorprendida por uno de los hombres, Jetro al ver la escena intenta defenderla y protegerla pero sin éxito, los hombres lo atacan hiriéndolo y a ella la secuestran, poco después el siervo Natán y los niños de Adira lo encuentra moribundo y sin poder resistir la herida de espada muere en el desierto. Lo entierran y ellos deciden continuar el viaje ya solos. Adira ha sido llevada al reino amorreo de Hesbón donde la venden como esclava siendo que un pícaro comerciante de telas la compra y la lleva a su casa con la finalidad de que ayude en la cocina, con la limpieza y también le sirva a él cuando se le antoje pero un día que intenta huir, se topa con el apuesto Orén, general del rey quien se prenda de ella desde que la mira, deseando volver a encontrarla y saber quién es. En la vagancia de Natán y los niños por el desierto tiene la desgracia de encontrarse con Coré, que viene de Moab por orden de Moisés junto con otros, en cuenta Josué (Oseías) pero sólo él se encuentra con el siervo y los niños y al saber quiénes son, ataca a traición a Natán creyendo que lo ha matado y se lleva a los niños de vuelta a Moab por orden de Balac.

La trama es un tira y afloja llegados a este punto, los escenarios se dividen entre el campamento hebreo, Moab y Hesbón. Como dije en la reseña anterior, la historia está bien escrita a manera de narrativa, teniendo como base los libros del pentateuco y adentrándonos ya de lleno a la historia de Moisés de una manera más íntima, quizá como nunca antes se había tratado. Esta serie resultó ser magistral en todos los aspectos, desde los escenarios, la ambientación, el vestuario, las actuaciones y hasta los mismos efectos especiales que impresionaron tanto, igual a las plagas de Egipto y una de las escenas que más esperé y disfruté fue cuando la tierra se abrió para que se tragara a Coré y compañía, eso fue glorioso. La construcción del Tabernáculo, los utensilios y el Arca del Pacto, hacernos ver ese proceso de construcción fue algo acertado. Cuando se ha leído la Biblia y conoces a los personajes y sus historias, obvio ya sabes cómo va a acabar todo, pero esta serie lo ha hecho de manera excitante yendo más allá de lo que la Biblia no cuenta o indagando más de lo que ya muestra. Las interpretaciones estuvieron a la altura de la historia así como la evolución y madurez de los personajes. La Miriam que conocimos en la primera temporada ya no es la misma en esta segunda, se volvió más insoportable en todos los sentidos, conocimos a una Joana, amiga de Ana, que vivía resentida con Dios. Vimos a un Simut y a un Gahiji (los egipcios de la primera temporada) adaptándose a las costumbres hebreas y a la vida en el desierto, el primero se enamora de una de las hermanas de Séfora y el segundo reconoce que se ha enamorado de Leila, su mejor amiga y con quien comparte el gusto por la cocina hasta que se casan. Vivimos la sabiduría de Jetro y de Jocabed hasta que doliera la muerte de ambos, al igual que la muerte de Eliseba, la esposa de Aaron, tras un ataque enemigo al campamento. Odiamos a Damarina, la hermana de Séfora que enamorada de Josué quiso separarlo de Ana y evitar que se casaran. Nos hicieron respetar a un Aaron más maduro como sumo sacerdote así como al mismo Moisés y su autoridad como líder hebreo. Nos emocionó las bodas como la de Josué y Ana y por fin la de Miriam con Hur, en fin, esta segunda parte no decayó en ningún momento pero si debo poner dos peros que en lo personal poco me gustaron; la forma tan abrupta de pasar de un solo “cuarenta años” y ese capítulo final que lo sentí muy apresurado, como si en una hora quisieron meter lo que les faltaba y ya, resolviendo muy rápido todo; la toma de Moab, el encuentro de Betania con su hija perdida, el encuentro de Adira también con sus hijos… Y otra cosa es el vuelco que le dieron al personaje de Balaam y el cambio de su trama, no lo conocí hechicero de Balac y ya hubiese sido el colmo que el asna no le hablara como lo dice la Biblia pero si extrañé otra de las escenas en la serie y fue la de la serpiente de bronce relatada en Números 21:4.

Éstas son las referencias bíblicas tomadas en esta segunda parte:

Del libro del Éxodo:

*El agua amarga – Cap. 15:22

*Dios da el maná – Cap. 16

*Guerra con Amalec – Cap. 17:8

*Visita de Jetro – Cap. 18

*Israel en el Sinaí – Cap. 19

*Los Diez Mandamientos – Cap. 20

*El Arca del Testimonio – Cap. 25:10

*El becerro de oro – Cap. 32

*El pacto renovado – Cap. 34

*La obra del Tabernáculo – Cap. 35:10

*Llamamiento de Bezaleel y Aholiab – Cap. 35:30

*Construcción del Tabernáculo – Cap. 36:8

*El Arca y el mobiliario del Tabernáculo – Cap. 37 y 38

*Vestuario de los sacerdotes – Cap. 39

*Moisés erige el Tabernáculo – Cap. 40

*La nuble sobre el Tabernáculo – Cap. 40:34

Del libro de Levítico

*Leyes para los hebreos – Cap. 1 al 9

*El pecado de Nadab y Abiú – Cap. 10

*Más leyes – Cap. 11 al 27

Del libro de Números

*Nombramiento de los levitas – Cap. 1:47

*Bendición sacerdotal – Cap. 6:22-27

*Jehová envía codornices – Cap. 11

*Miriam y Aaron murmuran contra Moisés – Cap. 12

*Misión de los doce espías – Cap. 13

*Rebelión de Israel contra Jehová – Cap. 14

*Jehová castiga a Israel – Cap. 15

*La rebelión de Coré – Cap. 16

*La vara de Aaron florece – Cap. 17

*Agua de la roca – Cap. 20

*Muerte de Aaron – Cap. 20:22

*Arad ataca a Israel – Cap. 21

*Los israelitas rondan Moab – Cap. 21:10

*Israel derrota a Sehón – Cap. 21:21

*Israel derrota a Og – Cap.21:31

*Balac llama a Balaam – Cap. 22

*El ángel y el asna de Balaam – Cap. 22:21

*Balaam bendice a Israel – Cap. 22:41 y Cap. 23

*Israel acude a Baal-peor – Cap.25

*Josué, sucesor de Moisés – Cap. 27:12

*Venganza de Israel contra Madián – Cap. 31

Del libro de Deuteronomio

*Moisés no entrará a Canaán – Cap. 3:23

*Cántico de Moisés – Cap.31:30 y Cap. 32

*Se le permite a Moisés ver Canaán – Cap. 32:48

*Muerte de Moisés – Cap. 34

 

La escena posterior (en la serie) cuando el Arcángel Miguel y Satanás contienden por el cuerpo de Moisés, se lee en Judas 1:9

Me he quedado con tal vacío televisivo que no habiendo nada más que ver hasta me divorcié del canal. Pasar casi un año disfrutando esta historia es como si regresaras de viaje luego de un año y ves tu casa extraña y sin poder adaptarte, así pasa cuando estás acostumbrada a una rutina y luego que acaba ya no encuentras qué hacer, es algo así como la resaca literaria, te acabas un buen libro, uno que lo viviste tanto que al terminar ya no encuentras qué leer para sustituirlo. Así es esta serie, un listón muy alto para la productora, estuve leyendo sobre las demás series que tienen pero creo que ninguna va a superar a Moisés. Desde los efectos de su intro cuando se forman en piedras las tablas y la escenografía del desierto, hasta el efecto plasmado al final de cada capítulo. Las escenas de batallas, la valentía de Josué, la aparición de los ángeles fortaleciendo al ejército hebreo y peleando por ellos, la muerte de Moisés, en fin… definitivamente esta serie es una delicia para disfrutar de principio a fin. Dura casi el año en su totalidad con 242 episodios, es por eso que uno convive con los personajes todos los sucesos, con unos ríes, con otros lloras, a unos amas, a otros odias, en fin, lo que no se puede negar es que vives junto con todos los personajes esta historia. La serie es una completa maravilla que sumado a su banda sonora, me quedaría sin adjetivos para calificarla, creo que de todas las canciones románticas la más bonita sigue siendo el tema de Moisés y Séfora, la serie tiene unos temas orquestales preciosos, sólo resumo diciendo que ha sido la mejor serie bíblica que he visto, sin duda, esta se lleva el primer lugar. Muy recomendada para volver a revivirla de principio a fin. Mi calificación es el 100%




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