La fantasía de los príncipes.

  La que diga que nunca soñó con su príncipe azul definitivamente no tuvo infancia. Gracias a los cuentos de los Hnos. Grimm, de Andersen o Perrault los conocimos desde pequeñas y Walt Disney se encargó de visualizarlos a través de sus clásicos animados. Digo esto porque ya me han hecho preguntas sobre el porqué mi obra se llama "El Príncipe de Bórdovar" y siempre tengo que aclarar que no es un cuento, porque al asociar a un príncipe algunas personas lo creen así. La que diga que nunca tuvo fantasía con un príncipe de cuento yo la considero mentirosa, porque no solo se trata de soñar despierta sino de idealizar al hombre perfecto de nuestros sueños y de esa manera hemos crecido.

Como lo digo en mi libro, "toda niña sueña con su príncipe azul, irse en su brioso corcel, que la lleve a su castillo hechizado de amor y vivir felices para siempre" pero también hago la aclaración, "el hombre perfecto no necesariamente tiene que ser un príncipe" estas frases son de un diálogo entre los personajes y es algo que quise dejar claro.

Tampoco se trata de convertirnos en Cenicienta si por alguna razón asocian mi obra con el cuento, para cenicientas hay muchas historias similares, basta con el empresario rico y playboy que conoce por casualidad a la chica de clase media, estudiosa, trabajadora o con una familia a cuestas que posiblemente depende de ella y que de la noche a la mañana se convierte en la "novia" del millonario que puede ofrecerle el mundo. (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.) Estos casos pueden suceder en la vida real y no solo con tipos millonarios sino con príncipes de verdad, para más detalles pueden preguntarle a Máxima de Holanda o a Letizia de España, ellas lo saben en carne propia.

Si tuvimos claro desde pequeñas cómo era nuestro príncipe azul, obviamente lo soñamos despiertas y lo miramos hasta en la sopa. Idealizar a alguien desconocido es un reto y encontrar a alguien que reuna nuestras expectativas es peor, aplaudo a quienes soñaron a su príncipe y lo encontraron, gozando de un matrimonio feliz. Seguramente dejó de ser príncipe para convertirse en rey, tu hogar es tu castillo hechizado de amor y todo lo que te rodea, es tu reino de fantasías personal.

Para otras no ha sido así y el "platanazo" de la caída a sido muy fuerte y duele, en muchas relaciones los hombres de novios suelen ser una cosa y de casados otra y la suegra... Esa es otra historia, pero en la mayoría de los casos son la bruja del cuento. A nadie le gusta que hablen mal de su madrecita, pero de que las hay, las hay y no saben cuando cerrar la boca o cuando dejar de meterse donde no las llaman. Las suegras buenas, se cuentan con los dedos de la mano.
En mi primer escrito llamado "Cuando los hombres estorban" hablo claramente sobre la realidad de las relaciones en su mayoría y lo hablo por experiencias propias y otras de las que fui testigo y por experiencia puedo decir "Ni los principes azules, ni los hombres perfectos existen" Muchas veces sucede al revés como lo escribí en ese libro "En la mayoría de los casos es el príncipe el que se convierte en bestia" Soy realista y nada romántica, yo misma no me creo el que haya escrito una saga de romance como lo he hecho. Los hombres de fantasías están solo en los libros.

De malas experiencia quise darme un respiro y al conocer al hombre que había visualizado en mis sueños supe que  jamás volvería a ser la misma y yo misma me he condenado por eso. Prefiero vivir mis fantasías personales, que volver a pasar por una mala experiencia, no es bueno generalizar pero creo que ellos mismos se echan la soga al cuello con sus actitudes, no es justo que cuando una mujer da todo de ella, vengan a destrozarle la vida y hacer de cuenta que nada ha pasado. Creo que sería un insulto comparar a la Bestia con ciertos hombres, sin duda este personaje es noble detrás de su apariencia.

 El "vivir felices para siempre" solo existe en los cuentos, situaciones parecidas se cuentan con los dedos también. En mi opinión no se trata de aguantar todo solo por "estar con un hombre" se trata de la dignidad femenina y darse cuenta que no se necesita un hombre para sobrevivir. Los finales felices son para los libros, la vida real es otra.

  Me despido con la imagen de mi príncipe con todo y caballo. El bello actor italiano Giulio Berruti es el hombre que me esclavizó con su actuación como el marqués Andrea Van Necker en una miniserie italiana llamada "La figlia di Elisa" de donde su apariencia de hermoso príncipe era lo que necesitaba y me inspiró para escribir mi obra "Ocaso y Amanecer" Con orgullo puedo decir que el príncipe de mis sueños es de carne y hueso y es exactamente como lo imaginé, todo él y solo él. El único hombre que existe para mí. ¿Cómo ha sido el príncipe de tus sueños?