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jueves, 19 de noviembre de 2020

Orgullo y Prejuicio - Jane Austen

 

Título: Orgullo y Prejuicio

Autor: Jane Austen

Año de publicación: 1813

Género: romántica/costumbrista

Señalada como la novela más famosa de Jane Austen (aunque no en su tiempo) escrita a finales del siglo XVIII pero publicada hasta 1813, de pluma exquisita aunque con su aire de ironía a modo de critica abierta y hasta denunciar ciertos aspectos de la vida aristocrática y rural inglesa, Orgullo y Prejuicio es sin duda la obra más reproducida de la autora, (y hasta con secuelas escritas por otras personas, siguiendo la línea principal o yéndose por lo tétrico entre vampiros y zombis) ya que la trama de la misma y perfil de los personajes ha atrapado a miles de lectores alrededor del mundo, quienes —al menos el gremio femenino— hemos suspirado y rendido por el que al principio era un protagonista orgulloso, egocéntrico y detestable; el apuesto señor Darcy.

Temas como la moral, la virtud, los valores y también la hipocresía, el orgullo y la envidia son parte de la novela y para entenderla primero hay que entender a su autora y es porque Austen, como hija de un párroco, educada bien y conociendo mejor que nadie su entorno rural que la llevó a retratar muy bien en la obra, al parecer en carácter  no era tan distante al de su protagonista Lizzy y de hecho, la obra —se cree o se piensa— que tampoco estuvo tan distante de su vida real en algunos aspectos, sólo que como siempre pasa, la vida es una cosa y la ficción es otra y es en la ficción donde las autoras hacemos lo que queremos.

Otro punto a tener en cuenta para entender la novela es su época, esa en la que un hombre estaba por encima de todo y la mujer se limitaba a sus labores domésticas (cocinar, atender la casa y los hijos) y a lo mucho y dependiendo del estatus de la familia, las niñas eran inculcadas en la lectura, en la música y en el bordado y más si la mira en el futuro estaba el casarlas con caballeros de alcurnia y muy acaudalados que pudieran ser conquistados y atraídos con su manera de ser. La moralidad en la época era fundamental y las jóvenes de bien y con valores estaban obligadas a llegar vírgenes al matrimonio, era natural que el caballero interesado buscara cortejar de manera respetuosa a la dama, solicitando el permiso correspondiente a los padres para frecuentarla. En nuestro tiempo “Orgullo y Prejuicio” puede considerarse novela histórica romántica pero lo que hace única a este tipo de historias es que fueron escritas en esa época, es por eso que se retrata a la perfección, la descripción del ambiente y todo el entorno, sea externo o interno, sea la campiña o el interior de las casas, así como el comportamiento de las personas involucradas, resaltar lo bueno, condenar lo malo y hasta criticar el cinismo y la hipocresía porque independientemente de la época, el ser humano jamás ha dejado de ser lo que es.

En la novela conocemos a la familia de la protagonista que vive en un pueblo llamado Longbourn; los Bennet. Con un padre sensato, callado, amante de su encierro y poco sociable a quien no le interesa la vida de los demás, en cambio la madre es todo lo opuesto; una chachalaca que habla hasta por los codos y que tiene buena relación con sus nervios, que no se mide para decir lo que piensa, atenta al chismorreo de su vecindario y a cuanto comentario llegue a sus oídos y lo peor; una mujer interesada en el estatus social de sus futuros yernos y que sean caballeros adinerados que les provean una vida resuelta y de lujos a sus hijas. (Me llenaría de vergüenza tener una madre así) Dicha familia tiene una prole de cinco hijas; Jane y Elizabeth (Lizzy), las mayores, Catherine (Kitty), Mary y Lydia (esta última la más coscolina y libertina de todas) Cuando la señora Bennet se entera que la propiedad de Netherfield Park ha sido alquilada por un tal señor Bingley, (joven, guapo y rico) sus alarmas e interés se disparan para cazarlo para una de sus hijas mayores y es aquí donde comienza la historia, aunque la trama no se centra en el recién llegado Bingley ni en la mayor de las Bennet que se atraen de inmediato sino en el mejor amigo del susodicho, el orgulloso, arrogante y aún más adinerado señor Darcy y la segunda de las hermanas; la jovial y rebelde Elizabeth.

No esperen encontrar un romance empalagoso de la chica ilusionada que vive suspirando por el galán que se hace el interesante, no, como su nombre lo dice, este será un choque de carácteres opuestos entre él y ella desde el día que se conocen y él no la considera lo suficientemente buena ni bonita. El orgullo y antipatía de él ante el orgullo y necedad de ella. Lizzy es una chica algo liberal y feminista para su tiempo que no repara en expresar su opinión, en otras palabras, no se deja de nadie y el señor Darcy, cuya educación de caballero de alto nivel le hace sentir altivo y para colmo, es también muy serio y nada paciente, contrasta con el carácter alegre de la chica y lo que al principio les llevó a ver sólo sus defectos como seres humanos y a detestarse, más delante les hace descubrir la posible atracción y los sentimientos que han nacido sin que se den cuenta y que les cuesta reconocer para deleite del otro. Sin embargo, la intervención de los secundarios hacen un “tira y afloja” en los protagonistas quienes al final deberán tomar una decisión.

Lo innegable de la trama es la unidad de la familia (Los Bennet) el cariño y la lealtad entre hermanas (Jane y Lizzy) la amistad incondicional (Bingley y Darcy) así también como la hipocresía (las hermanas de Bingley) el religioso que cree hacer todo bien (el señor Collins) la que prefiere no perder las oportunidades y mejor se conforma (Charlotte) la altanera que quiere mandar sobre todos y que hagan lo que ella dice (Catherine de Bourgh) el cínico y libertino (Wickham) la que le vale un pepino avergonzar a la familia (Lydia) y los que a veces sirven de puentes de unión (los Gardiner) y como es obvio, el triunfo del amor sobre las adversidades y los malos entendidos hasta terminar en el esperado matrimonio como pasa con Bingley y Jane y la aceptación de los protagonistas Darcy y Lizzy, haciendo a un lado sus diferencias. El tema del perdón también forma parte de la historia. La autora mezcla todos estos ingredientes para crear una novela deliciosa y hacerle sentir al lector ese “placer estético” que se busca en una obra literaria. ¿Has leído la obra?

Con respecto a las versiones para cine y televisión no tengo mucho que decir. No he visto bien la serie de la BBC del 95 que dicen es la más fiel al libro y aunque la producción del 2005 es una de las mejores, quedó debiendo en el sentido de que se saltó muchas partes del libro, o las cambió y ni que decir del final que a mí me dejó mal la primera vez que la vi. (Omitió los dos últimos capítulos del libro) Prefiero mil veces el alternativo donde ya vemos a Lizzy y a Darcy juntos y recién casados. Reconozco que el cast fue muy bueno y las actuaciones también, de hecho, Matthew es mi perfecto Darcy, ya no me imagino a otro y si algo me encantó de la película (aparte de él y de la ambientación) fue la música, el soundtrack está entre mis favoritos pero como sucede, volvemos al mismo dilema; ¿libro o peli? Siempre digo que es mejor conocer el libro. Orgullo y Prejuicio es una historia que se queda en el corazón, una obra literaria por excelencia. Un clásico para releer siempre.


                         Una de mis escenas favoritas.

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