domingo, 28 de marzo de 2021

Crepúsculo – Stephenie Meyer

 

Título: Crepúsculo

Autor: Stephenie Meyer

Editorial: Alfaguara y también Penguin Random (México)

Año de publicación: 2005

Extensión: 428 o 512 páginas (según la edición)

Sinopsis:

Cuando Isabella Swan se muda a Forks, una pequeña localidad del estado de Washington donde no deja de llover, piensa que es lo más aburrido que le podía haber ocurrido. Pero su vida da un giro excitante y aterrador una vez que se encuentra con el misterioso y seductor Edward Cullen. Hasta ese momento, Edward se las había arreglado para mantener en secreto su identidad vampírica, pero ahora ya nadie está a salvo, ni siquiera la persona a quien él más quiere: Isabella.

 

Una historia de vampiros que por su idea y punto de vista, vino a revolver el avispero en lo que se conocía del género vampírico y generar polémicas, esa sin duda ha sido la saga “Crepúsculo” que por su “boom” “literario y cinematográfico” atrajo a unos y enfrentó a otros. (Hasta la fecha me sigo preguntando qué pensarán los “eruditos” en la materia) Recordemos que el tema del vampirismo es del género del terror y para adultos pero acá, ni es terror ni es para adultos, sino una fantasía romántica (de amor imposible) y para jóvenes.

La historia trata sobre Isabella Swan, una adolescente que se siente no encajar por su “asocial” y torpe modo de ser, que llega desde su cálido Phoenix hacia un pueblo llamado Forks, (el más húmedo, frío y lluvioso) en el Estado de Washington para mudarse con su padre, el jefe de policía Charlie Swan, tras los deberes de su madre para con su segundo marido que debió viajar por su profesión de deportista. Es en este lugar que al matricularse en el instituto conoce al enigmático y extremadamente atractivo Edward Cullen, quien al principio parece despreciarla sin motivo, causándole repulsión por lo que Edward se ve obligado a ausentarse de clases por varios días. Cuando regresa se retracta de su comportamiento y entabla amistad con ella, comenzando a tratarse. Edward guarda un secreto que se ve alterado cuando la conoce por no poder hacer con ella, lo que hace con todos los demás y eso es leer la mente. Lo que Bella no imagina es lo físicamente atraída que se sentirá hacia el misterioso Edward, en cambio él, desde el principio se da cuenta de que esa criatura, que se cree insignificante, lo atrae de manera intensa sin poder permanecer lejos de ella, tratando de descifrar el por qué, siendo que sólo manteniéndose cerca podrá averiguarlo. Poco a poco Bella se da cuenta de lo extraño que le parece, no son ideas de ella y está segura de que esconde más de lo que le muestra y en esa obstinación y luego de reencontrase con un amigo de la infancia, Jacob Black que le cuenta una extraña historia de su tribu es que ella comienza a atar cabos, dándose cuenta del terrible secreto de Edward; él es un vampiro real. Cuando ella pide las explicaciones y él se confiesa, ella lo acepta, desatándose entre ambos una relación amorosa y conociendo Bella por fin el motivo del rechazo de Edward al principio; no sólo la intensa sed que le provocó su sangre sino que no pudo leer sus pensamientos como lo hacía con los demás y de ahí el que Edward se sienta atraído hacia ella. Sin embargo, cuando la presenta a su familia y es aceptada, se van de juego de baseball y en ese momento son interrumpidos por otro trío de la misma raza que han estado cazando por la zona. Se presentan y cuando pretenden quedar en paz, una leve brisa que mueve el pelo de Bella altera los sentidos del olfato de uno de los recién llegados; James es un cazador y el rastreo su deporte y al darse cuenta de que la chica es humana y protegida de la familia Cullen, sin importarle las consecuencias empezará su letal juego que lo enfrentará con ellos; saciarse con la sangre de Bella. Cuando los Cullen intentan protegerla al sacarla de Forks creen haber engañado a James, pero no es así. Eso sólo avivó la excitación del vampiro, quien la rastrea hasta Phoenix logrando engañarla para que se separe de sus cuidadores, Alice y Jasper (hermanos de Edward) pero con consecuencia desastrosas que casi le cuesta la vida a ella, haciendo que Edward comience a cuestionarse su posición con respecto a su relación y el peligro que supone para Bella.

Los leí en su tiempo pero sin hacer reseña así que debiéndola, me daré a la tarea de hacerla. Con una portada que para mí no es nada llamativa (unas manos sosteniendo una manzana no es algo que me guste ni atraiga aunque tenga un significado) y una sinopsis que no me engancha, se presenta al mundo una historia que tampoco es novedosa. (Salvo por lo que le pasa al vampiro si le pega el sol) A eso hay que añadir que la trama del libro es lenta y su desarrollo igual, al principio cuesta agarrarle el hilo, hay que reconocer que puede aburrir y esto debido al estilo narrativo de la autora que escribió en primera persona y desde la perspectiva de una adolescente “patosa” que en más alguna ocasión quise zarandearla, insoportable por momentos. A esto se le suma que el guapérrimo de la secundaria se fije en ella y como es obvio (por verla diferente) llegue a enamorarse. (Cosas que sólo pasan en la ficción) ¿En serio puede alguien enamorarse de una persona extremadamente torpe y con serios problemas de coordinación? Creo que esa excusa de “protección” no se la cree nadie o tal vez es por el hecho de que se trate de un vampiro “perfecto” que desea volver a la humanidad “imperfecta”. No he tenido la oportunidad de leer el libro en inglés pero la traducción al español no me gustó porque mete mucho “regionalismo” en personajes que es obvio, no van a hablar así. Palabras como “chirrido, porrazo, enchufe, petate” entre otras y así como repetir eso de “fuero interno” fue algo cansino. Un libro extenso por haber mucha descripción y que deja un final abierto para el siguiente porque la historia continúa.

Una de las cosas que más polémica y críticas ha generado esta historia es ese detalle de que los vampiros brillan como diamantes a la luz del sol, cuando se conoce que en realidad, eso los quema y mata (por eso son seres nocturnos) pero hay que respetar la idea de la autora aunque sea algo ridícula, sin embargo, lo que sorprendió en su tiempo no es tanto la historia en sí que en realidad (y como dije, hay que reconocerlo) no es novedosa, (ni tampoco la primera que involucra a vampiros para un público juvenil) acá lo increíble fue el cómo una completa desconocida, una escritora novata, saltó a la fama firmando contrato editorial (exorbitante) por una historia que no es la octava maravilla para luego pasar de los libros al cine, volviendo el asunto un fenómeno mundial. ¡Qué suerte de mujer! No hay duda que el marketing hace magia para quienes lo saben usar para lavar cerebros porque de hecho, hizo más escándalo la producción que los libros.

Sé que muchas fans se van a molestar por este comentario pero esto se los dice una “Team Edward” que fue al cine a ver las películas, que tiene los posters y uno que otro suvenir y que también conoce los libros, así que sé de lo que hablo y sólo doy mi perspectiva como lectora. Los libros y las películas tienen muchas diferencias, yo miré primero las películas y después leí los libros así que al leer ya tenía clara la imagen de cada quien y no al revés como generalmente sucede al imaginar a los personajes y además debo agregar que me gusta más la Bella de las películas que la del libro, es menos torpe, sin duda la actriz la mejoró y ni qué decir de Edward, Pattinson lo interpretó muy bien, soy de las que quise que también me mordiera, definitivamente un “ideal” de vampiro que se desea conocer (aunque a veces saque de quicio también) la ventaja de los libros es que sabes mucho más de lo que muestra una película por eso se recomienda leer siempre. Le doy puntos a las películas por la ambientación y la interpretación de los personajes, pienso que los actores fueron acertados, cuando conocí a Carlisle y a Edward caí en el dilema de no saber quién me gustaba más, si el padre o el hijo, así como me pasó con Legolas y Thranduil en el Hobbit y aunque algunos de los personajes no se asemejan a los del libro, mis reclamos ya no son aceptados. ¿Por qué un autor permite cambios mayúsculos entre sus libros y las películas? Mi única respuesta es que a veces y sólo a veces, la escena del libro merece un cambio para hacerlo diferente a la pantalla, en otras palabras, mejorarlo. Recordemos que como autores, en nuestros libros nos inspiramos en ciertas cosas y así se plasman pero hay quien piense —como guionista y productor— que dicha escena merece un cambio sea para mejorarla o empeorarla. Sin embargo, es este caso, no esperes que los libros y las películas se apeguen porque las diferencias son muchas y en el caso de que sólo hayas visto las películas, te sugiero que leas los libros, hay cosas que no las verás ni sabrás en las películas y en el caso de Crepúsculo, por ejemplo, en el libro se sabe más de Carlisle y Alice. Entre el final del libro y película, prefiero el de la película, lo del libro me pareció muy simple. ¿Ves lo que digo?

Imagino que conoces de sobra la saga, así que no hay mucho qué explicar. ¿Tú también sucumbiste al amor entre Bella y Edward? Hay quienes indican que es tóxico y lo es en cierto punto. La dependencia casi enfermiza “por amor” de ella hacia Edward y las discusiones sobre “la vida” y su visión de la misma por parte de él, así como su deseo por dominar, temas que para ser “novelas juveniles” pone en tela de juicio si son realmente recomendados o no y más viniendo de una escritora que dice es mormona pero la religión es otro asunto. En cuanto al tema vampírico, recordemos que es una visión juvenil del asunto, la perspectiva adulta no será igual ni la aceptará. Luego escribiré la reseña de “Luna Nueva” el segundo libro de la saga, (y la que se cree más tóxica de la serie) en donde conoceremos más de Jacob Black, introduciéndonos ahora en el mundo de los licántropos.

Mi calificación para Crepúsculo (libro 1) sería 3/5


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