viernes, 31 de mayo de 2013

Quiero que seas mío. Por Itxa Bustillo.

Hoy es el último día del mes de Mayo y quiero despedirlo compartiéndoles una historia que pronto les voy a ir subiendo por capítulos. Se trata de una adaptación de un fanfic que escribió una querida amiga (a la cual le doy crédito en la portada) ya que fue una de sus historias que me atrapó de principio a fin y quise hacerle los honores haciendo mi propia versión. El título original es "Eres mío" y a continuación les comparto el enlace por si quieren visitar la página: http://www.fanfiction.net/s/8654712/1/Eres-m%C3%ADo

Por mi parte la historia no tiene nada que ver con anime, pero aclaro y con el permiso de la autora de quien es la historia original, que mi obra es solo una adaptación de la suya. Aquí les comparto la portada que diseñé y la sinopsis de la historia.

Sinopsis:


Setecientos años no han sido suficientes para aplacar la ira y olvidar el amor, el destino le jugó a Eloísa una mala pasada donde su vida normal se vio alterada por la desgracia y la muerte. Con el único de deseo de vengarse, transformó su humanidad por la inmortalidad para saciar una sed que la condenaba aún más. Solo el recuerdo de Edmund le hacía añorar lo que una vez fue y solo él, le recuerda lo que una vez conoció como amor. Pero ahora, en pleno siglo XXI su rutina ha cambiado y ha conocido un hombre al que ella cree que es Edmund, el empresario italiano de vinos toscanos Giulio André Di Gennaro tiene la apariencia física de su amor, más no su interior pero se ha encaprichado en tenerlo, a cualquier precio. Pero entre su lealtad al demonio Damián y la fidelidad del enviado del cielo Ángel para con ella, su mundo está divido y la intervención del licántropo James que desea tenerla aún cuando eso signifique el fin de su tribu en Norteamérica, transformará su existencia inmortal en un caos, que pondrá en peligro el secreto de su personalidad y no pase mucho tiempo para que pueda descubrirse. ¿Podrá el empresario conocer y comprender al ángel y demonio que se le ha presentado? ¿Podrá ella tenerlo y volver a sentir amor y pasión aunque sea una vez más? Ésta, es la eterna batalla entre el bien y mal.



La historia original se publicó en Octubre del año pasado y en Diciembre, comencé a escribir mi versión de la cual, ya había publicado los primeros tres capítulos gratis en una reconocida plataforma de autoedición a principios de Enero de este año y los siguientes tres capítulos a principios de Febrero. Pronto voy a compartirles la historia en este espacio, espero les guste.

Una experiencia inolvidable. Capítulo 1 (parte 2)


Instigó los caballos y salió a todo galope dejándome con la más grande duda ¿Quién era ese hombre tan guapo? Me quedé un tanto pensativa y la lluvia que comenzaba a caer me hizo volver a la realidad, el clima estaba cambiando y el aire frío se hizo presente, pero en el momento que iba a entrar al hostal divisé un jienete, era la visión más extraña que había tenido; un enorme caballo gris que portaba parcialmente una armadura me asustó aún más, parecía de esos que se disfrazaban cuando los torneos de la era medieval y el jinete era más extraño todavía, portaba una extraña armadura de metal y entonces si me pareció que el circo había llegado. Su cabeza estaba cubierta por un casco de la misma armadura y de sus hombros pendía una larga capa que caía hasta las ancas del caballo. Poco le faltaba al animal desprender fuego de los cascos y de la boca, se detuvo frente a mí y eso me dio más miedo, parecía que dentro de la armadura no había nada, pero cuando giró la cabeza para observarme sin decir nada, me pareció algo sobrenatural y un intenso escalofrío me recorrió la piel, el aire me faltó por un momento y creí que iba a desmayarme porque sentía el peso y el ardor de esa mirada que yo no podía ver. Sin decir nada impulsó de nuevo al caballo, me dio la impresion que seguía al carruaje que había pasado, sin decir nada y sintiendo que una tensión me liberaba cerré los ojos por un momento. La lluvia comenzó a caer con más fuerza;
—¡Señorita pase adelante! —me gritó el cochero—. Puede resfriarse.
Cuando lo escuché regresé a la realidad e inmediatamente le hice caso.
 —¿Señorita pero que piensa? —insistió—, la lluvia está muy fría, le puede hacer daño ¿Qué hacía en medio de la calle?
—Pues primero, hablando con un tipo extraño que llegó en un carruaje muy lúgubre preguntándo por un lugar llamado Hablock y después, apareció un jinete más raro todavía, pero ese no dijo nada, creo que iba siguiendo al carruaje.
El hombre se puso pálido como una hoja y el posadero que venía dejó caer unos tarros de cerveza que traía al escuchar lo que dije, ambos hombres se miraron y sin poder disimular su miedo y eso me asustaba más a mí.
—Señorita yo no vi nada —dijo el cochero, además solo han pasado unos cuantos minutos desde que llegamos.
—Él ha regresado y ella ha sido escogida —dijo el posadero mirándome fijamente—. El fantasma del duque la escogió, para ella el tiempo se detuvo un momento y ahora no se librará de él.
—¿El fantasma del duque? —pregunté sorprendida y decepcionada—. A mí no me pareció un fantasma, ¿Es verdad?
—Lo llamamos el duque de Grandchester —continuó—, aunque él nunca llegó a ostentar ese título. A quien le aparece le pregunta lo mismo y seguidamente aparece el jinete que usted vio. Hace mucho tiempo que no aparecía, la última que se supo de él fue por una anciana gitana proveniente de Escocia hace algún tiempo, ella no pudo hacer nada por él y además murió poco después de un infarto.
—Por favor Maurice —dijo el cochero—, no asuste a la señorita que es turista. Es por eso que nadie quiere venir a este lugar.
—Perdón señorita, pero es mi deber decirle —insistió el hombre—. Hay alguna maldición en torno a él, algo oscuro lo rodea. La gitana dijo que no puedo ver nada a través de él, quiso ver su mano pero no había nada, no hay manera de ayudarlo y si la persona que escoge no lo ayuda de una u otra forma morirá, ese es el destino de quien él ha escogido.
—Maurice...
—No se preocupe —le dije—, hay cosas que no me afectan y los fenómenos sobrenaturales es parte de ello, de lo contrario no estaría aquí.
Aunque eso último que dijo sí me había asustado, pero era un poco escéptica en cuanto a historias de fantasmas. No me asustaron de niña meno ahora, lo que me atormentaba era otra cosa, me sentía decepcionada y triste, ¿Ese hombre tan bello no era real? Ya me extañaba que lo fuera, era demasiado hermoso.
—Será mejor que descanse —dijo el cochero—, el mozalbete del hostal le subirá su equipaje. Yo también me quedaré esta noche pero me iré mañana al amanecer, regresaré en tres días por si quiere regresar a la civilización.
—Tres días está bien —le dije pagándole sus servicios—, creo que podré con eso, no sé que me pasa pero en el fondo no siento miedo.
—Debe de estar preparada —dijo—, es muy posible que el duque regrese a buscarla.
—Lo intentaré —le dije—. Voy a esperarlo ansiosa, por si decide volver a aparecer.
Esa noche en mi habitación y después de haberme dado un tibio baño y de cenar, me dispuse a escribir un momento en mi diario a la luz de las velas lo que había pasado. Quise detallar la experiencia y no puedo evitar sentirme decepcionada. Era un hombre muy guapo, nunca había visto a alguien como él, a pesar de notarse muy tenso y preocupado se veía que era... Simplemente bellísimo. Recordaba sus ojos del más perfecto azul y esa boca que incitaba a cualquier cosa, no podía creer que era un fantasma y seguía teniendo la esperanza de que estos hombres se hubieran equivocado. Al menos tenía algo interesante en que pensar, trataría de dormir aunque él ya me había quitado el sueño y lo más seguro, era que soñaría con esa experiencia.



Una experiencia inolvidable. Capítulo 1 (parte 1)



Octubre 20 de 1,999
S
e aproximaba un nuevo siglo y estaba cansada de la monotonía. Decidí hacer un corto viaje para escaparme del estrés cotidiano, así que dispuse todo para olvidar la civilización y la vida agitada de la tecnología, mi destino, la antigua Inglaterra. Mientras iba en el vuelo memoricé toda una revista que hablaba sobre los destinos ingleses más antiguos para visitar. Eran lugares mágicos, llenos de historia, misterios y fenómenos paranormales, pueblitos tan pequeños que ni siquiera estaban en el mapa en donde todavía se podía transportar a caballo y en donde las velas brillaban con tenue luz por las noches, así que encontré exactamente lo que buscaba. Nada de televisión, nada de teléfonos, nada de red, en fin, nada de comodidades de la vida moderna.
Ese día llegué un poco tarde a Londres, así que en el aeropuerto me dijeron que lo más sensato era pasar la noche en la ciudad y el siguiente día reanudara mi viaje, por lo que seguí el consejo. Un alojamiento cómodo en un lugar céntrico fue una buena opción para una sola noche, había mucho que hacer en Londres pero preferí comer algo liviano y descansar lo suficiente. Sin duda, fue una noche muy tranquila.
Al siguiente día tomé un vuelo que me llevaría a mi destino y después del vuelo un tren y después del tren… alquilé un taxi-carruaje que me llevaría a Lonford, un pueblecito muy pequeño y muy antiguo. Pero antes de partir, sentí mucha hambre y divisé un lugar donde se podían comprar hamburguesas y refrescos así que no dude en ir. Cuando terminé de pedir mi orden para llevar y regresé al carruaje, el cochero que me esperaba decidió ir al baño antes de partir, así que ahora me tocó esperarlo un momento a mí. Pero en ese instante algo raro sucedió, una tormenta se avecinaba de la nada y los truenos comenzaron a rugir. La lluvia amenazaba con caer de un momento a otro y aunque ya eran más de los cuatro de la tarde el cielo se oscureció rápidamente. Truenos, relámpagos y rayos se miraban a los lejos en el horizonte y me dio un poco de temor, un extraño temor como si eso no fuera algo natural. Cuando el hombre regresó, subí inmediatamente al carruaje y nos fuimos, él se percató del mismo fenómeno, pero no quiso mencionar el asunto. Le pregunté mientras comía cómo era Lonford y según él,  poca gente lo visitaba por su famosa actividad paranormal ya que a los fantasmas no les gusta recibir visitas. Tiene una reducida población que no llega ni a los dos mil habitantes y eso que son personas nacida allí, el lugar se fundó allá por el siglo XII y es de los pocos lugares que se conserva intacto tal y como se fundó. Todo recorrido se hace a pie, en caballos o carruajes, las posadas son de lo más discretas y nada lujosas. Sus habitantes se conforman con tener lo necesario, incluso hasta en su manera de vestir, algo que es imposible de creer  a finales del siglo XX.
Cuando llegamos después de una hora de camino, el cochero me llevó a uno de los mejores hostales que conocía del lugar y aunque me pareció un lugar bonito, lo que más me podía era el cansancio. Mientras él bajaba mi equipaje y yo estiraba las piernas algo me distrajo, fue el ruido de otro carruaje que se aproximaba a donde estaba yo, era bastante raro, parecía una carroza fúnebre del siglo XIX, toda negra, con grandes plumas en los cuatro lados y en las cabezas de dos hermosos caballos negros que tiraban de ella, pero el hombre que conducía el carruaje no vestía de esa época, su vestimenta era parecida a la usada a principios del siglo XX, pantalón negro y zapatos de cordón muy reluciente, camisa blanca de cuello con chaqueta negra sin mangas y botones por encima que la cubría, corbata negra y una gran chaqueta larga y negra también. Sin motivo, la piel se me erizó porque sentía que algo no era normal, pero era el rostro del hombre lo me dejó sin habla; era increíblemente apuesto, de hermosos ojos azules, nariz fina, labios perfectamente delineados, cabello castaño largo a los hombros, en su cabeza presumía una boina negra que le caía a un lado y lo hacía ver seductor, de contextura fuerte, alto y al verlo sentí derretirme. Se detuvo frente a mí sin desviarse para nada del camino;
—Señorita ¿Puede decirme hacia donde está Hablock?
A pesar de ser extranjera había visto de ese lugar, según el mapa y el manual turístico que tenía, ese lugar estaba a tres kilómetros más delante de Lonford;
—Yo… —balbucee—. Soy extrajera, pero creo que ese lugar que menciona está a tres kilómetros más delante de aquí.
—¡No es posible! —exclamó llevándose las manos a la cara desesperado—. Eso no puede ser. ¡Maldición no puede ser!
—Cálmese no se desespere ¿Puedo hacer algo por usted?
—Siento que estoy dando vueltas en círculos —dijo liberando el aire que lo asfixiaba—, se suponía que ese lugar estaba a tres kilómetros hacia atrás.
—Pues yo solo le dije lo que sé.
—Siempre, siempre me dan mal las direcciones —dijo desesperado y llevándose las manos a la cara de nuevo—. Es por esa razón, que nunca puedo llegar a mi casa.
—¿Usted vive allá?
Sin contestar, se limitó a ver el antiguo reloj de plata que colgaba de su bolsillo susurrando a Shakespeare; "Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente."
—Lo siento —dijo guardando el relog en su bolsillo—, debo de apresurarme para no llegar tarde.



Una experiencia inolvidable (fanfic)

Quiero compartir con ustedes algo en lo que me estoy estrenando, mi primer historia "fanfic" basado en el anime retro de Candy, gracias a algunas de mis amigas que me han impulsado a hacerlo. Así que sin más presentaciones aquí les comparto un fanart hecho por mí, la sinopsis y el primer capítulo, disfrútenlo.

Sinopsis:


Un viaje de vacaciones no resultará lo que se espera. Isabella Grandier tendrá un encuentro de lo más inesperado y con quien menos se piensa. El fantasma de un actor que vivió a principios del siglo XX busca liberar su alma atormentada. Cautivada por su historia y a pesar de haberse enamorado de un imposible ella acepta ayudarlo para que encuentre la paz y tal vez el amor perdido, sabiendo que una vez que esto termine no volverán a tener un encuentro y nunca más volverá a ver su aparición. Una historia sobrenatural de un amor imposible, un verdadero amor que no tiene final.